Deterioro urbanístico y daños en la infraestructura física. Los arroyos adquieren un gran poder destructor por las velocidades que alcanza el agua, además de los materiales y desechos que arrastra, afectando la infraestructura de la ciudad, en especial el alcantarillado sanitario existente en la vertiente oriental.
Parálisis e interrupción del tráfico. Este es sin duda el mayor impacto de las tormentas que generan arroyos en la ciudad. Con una ciudad que se desarrolla en sentido norte - sur y arroyos en el sentido occidente - oriente, la presencia de los arroyos prácticamente paraliza la ciudad. Esta parálisis tiene una duración mayor a la duración del evento de lluvia, y realmente se inicia cuando crecen las expectativas de lluvia.
Esta parálisis de la ciudad afecta diferentes actividades que se inicia por la del transporte público, servicios institucionales, dado que la Gobernación, la Alcaldía y demás servicios institucionales, se encuentran localizados en zonas de influencia de los arroyos.
Accidentes y enfermedades. Los arroyos han sido causantes de accidentes que ocasionalmente terminan con la pérdida de vidas humanas. Las grandes velocidades y la imprudencia de algunos conductores o peatones, que se atreven a desafiar las fuerzas del agua son causantes de tragedias que llaman la atención a la ciudadanía sobre un problema que aún no tiene solución.
Deterioro de la salud pública y daños ambientales. Por otra parte, y como ya se mencionó, existe a lo largo de los arroyos de la zona suroccidental, un número de viviendas cuyos habitantes están en riesgo permanente de contraer enfermedades de origen hídrico, por la presencia de aguas residuales, que pueden entrar en contacto directamente con ellos, y muy especialmente con los niños. Adicionalmente, las aguas residuales de toda la ciudad son vertidas sin tratamiento a las corrientes receptoras finales, sean estas los caños de Barranquilla, el río Magdalena o el arroyo León en la zona occidental, causando el daño ambiental consecuente. Este problema se ve agravado por el muy limitado servicio de recolección de basuras y la costumbre de deshacerse de ellos en los arroyos, con la esperanza que la próxima creciente se encargue de arrastrarle lejos del sitio donde se arrojó.
Tomado de : https://www.arroyosdebarranquilla.co/pedagogia/los-efectos
Hecho por Yulitza Rojano
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